Angina de Ludwig

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Es una infección del piso de la boca, debajo de la lengua. Es causada por bacterias.

Causas

La angina de Ludwig es un tipo de infección bacteriana que compromete el piso de la boca, debajo de la lengua. A menudo se presenta después de una infección de las raíces de los dientes (como un absceso dental) o una lesión en la boca.

Esta afección no es frecuente en niños.

Síntomas

La zona infectada se hincha rápidamente. Esto puede bloquear las vías respiratorias o impedir que usted trague saliva.

Los síntomas incluyen:

  • Dificultad respiratoria
  • Dificultad para tragar
  • Babeo
  • Habla inusual (suena como que la persona tiene una «papa caliente» en la boca)
  • Hinchazón de la lengua o lengua salida de la boca
  • Fiebre
  • Dolor cervical
  • Hinchazón del cuello
  • Enrojecimiento del cuello

Otros síntomas que se pueden presentar con esta enfermedad:

  • Debilidad, fatiga y cansancio excesivo
  • Confusión u otros cambios mentales
  • Dolor de oído

Pruebas y exámenes

Su proveedor de atención médica examinará su cuello y cabeza para buscar enrojecimiento e hinchazón de la parte superior del cuello, debajo de la barbilla.

Dicha hinchazón puede llegar hasta el piso de la boca. La lengua puede estar hinchada o empujada hacia el cielo de la boca.

Se puede recomendar una TC.

Es posible que envíen una muestra de líquido del tejido a un laboratorio para buscar presencia de bacterias.

Tratamiento

Si la inflamación bloquea las vías respiratorias, se necesita ayuda médica de emergencia para mantener las vías aéreas permeables. Esto puede implicar la colocación de un tubo de respiración a través de la boca o la nariz hasta los pulmones o una cirugía llamada traqueotomía, que crea una abertura a través del cuello hasta la tráquea.

Se suministran antibióticos, usualmente penicilina o medicamentos similares a la penicilina, para combatir la infección y, a menudo, se administran por vía intravenosa hasta que los síntomas desaparezcan. Los antibióticos tomados por vía oral se pueden continuar hasta que los exámenes muestren que las bacterias han desaparecido.

Es posible que se necesite tratamiento dental para las infecciones de los dientes que causan la angina de Ludwig.

Se puede necesitar cirugía para drenar los líquidos que estén causando la hinchazón.

Expectativas

La angina de Ludwig es potencialmente mortal. Se puede curar con tratamiento para mantener las vías respiratorias despejadas y el uso de antibióticos.

Posibles complicaciones

Las complicaciones pueden incluir:

Triangulos del cuello

TRIÁNGULOS DEL CUELLO

Triángulo anterior

  • La línea media vertical del cuello.
  • El borde inferior de la mandíbula.
  • El borde anterior del músculo esternocleidomastoideo.

Piso

  • Musculo suprahioideo
  • Musculo infrahioideo

Triángulo posterior

  • El tercio medio de la clavícula.
  • El borde anterior del trapecio.
  • El borde posterior del esternocleidomastoideo.

Piso

  • Musculo esplenio
  • Musculo elevador de la escápula
  • Musculo escalenos

Contenido:

  • Ramos cutáneos del plexo cervical
  • Nervio espinal

TRIÁNGULOS ANTERIORES

Triángulo Submandibular (Digástrico)

  • Límite superior: por el borde inferior de la mandíbula
  • Límite posterior: vientre posterior del músculo digástrico.
  • Límite anterior: vientre anterior del músculo digástrico
  • Techo: por el músculo cutáneo del cuello, fascia superficial con el platisma y fascia cervical profunda
  • Piso: por el músculo milohioideo, hipogloso y constrictor medio de la faringe

Triángulo de Beclard

  • Límite Superior: Vientre posterior del digástrico
  • Límite Posterior: Borde posterior del músculo hiogloso
  • Límite Inferior: Asta mayor o borde superior del hueso hioides
  • Techo: Glándula submandibular

Contenido

  • Nervio hipogloso
  • Arteria lingual

Triángulo de Pirogoff

  • Límite Superior: Nervio hipogloso
  • Límite Inferior: Tendón intermedio del digástrico
  • Límite Anterior: Borde posterior del milohioideo.
  • Techo: Glándula submandibular

Contenido

  • Arteria lingual

Triángulo Submentoniano.

  • Límite inferior: por el hueso hioides,
  • Límite lateral: por el vientre anterior del músculo digástrico derecho e izquierdo y la línea media.
  • Techo: por piel, fascia superficial con el platisma, fascia cervical profunda
  • Piso: por milohioideo.
  • El triángulo submentoniano es impar.

Triángulo Muscular.

  • Límite superior: hueso hioides y lateral de vientre superior del omohioideo.
  • Límite inferior: borde anterior del músculo esternocleidomastoideo.
  • Límite medial: por la línea media.
  • Techo: piel, fascia superficial con el platisma y fascia cervical profunda.
  • Piso: constituido por esternohioideo y el esternotiroideo.Contenido
  • Glándula tiroides
  • Glándula paratiroides
  • Esternohioideo
  • Tirohioideo
  • tráquea
  • El triángulo muscular es par

Triángulo Carotideo

  • Límite superior: por el vientre posterior del digástrico y el estilohioideo.
  • Límite anterior: por el vientre superior del músculo omohioideo.
  • Límite posterior: por el borde anterior del músculo esternocleidomastoideo.
  • Techo: por fascia superficial con el platisma y fascia cervical profunda.
  • Piso: Partes de membrana tirohioidea, hiogloso, constrictor medio e inferior de la faringe.

Contenido

  • Bifurcación carotidea
  • Vena yugular interna
  • nervio neumogástrico
  • nervio hipogloso
  • El triángulo carotideo es par.

Triángulo de Farabeuf:

En esta región la carótida interna y externa son fácilmente accesibles (vía clásica de ligaduras de carótida externa).

  • Límite antero-superior: Nervio hipogloso.
  • Límite antero-inferior: Afluente dela Vena facial el Tronco venoso Tirolinguofaringofacial
  • Límite posterior: Vena yugular interna

Contenido:

  • Bifurcación de la arteria carótida primitiva (interna y externa)

Triángulo de Guyon:

v El triángulo denominado de Guyon es idéntico al de Farabeuf, pero su límite anterosuperior está constituido por el vientre posterior del músculo digástrico, delimitado por:

  • Límite Antero-superior: Vientre posterior del músculo digástrico
  • Límite Antero-inferior: Tronco tirolinguofaringofacial.
  • Límite Posterior: Vena yugular interna.

Triángulo frénico (Zang o Sedillot)

  • Límite antero-superior: Fascículo esternal del esternocleidomastoideo
  • Límite inferior: Clavícula
  • Límite posterior: Fascículo clavicular del esternocleidomastoideo

Contenido

  • Nervio frénico

TRIÁNGULOS POSTERIORES

  • Triangulo occipital
  • Limite anterior: esternocleidomastoideo
  • Limite posterior: musculo trapecio
  • Límite inferior : omohioideo

 Contenido:

  • Nervio espinal (XI)
  • Arteria occipital
  • Nervio mastoideo
  • Grupo ganglionar

Triangulo supraclavicular

  • Limite anterior: esternocleidomastoideo
  • Limite posterior: omohioideo
  • Límite inferior: clavícula

Contenido

  • Escaleno anterior
  • Plexo braquial
  • Arteria subclavia
  • Vena subclavia

Tipos de soluciones

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SOLUCIONES CRISTALOIDES

Son soluciones electrolíticas y/o azucaradas que permiten mantener el equilibrio hidroelectrolítico, expandir el volumen intravascular y en caso de contener azúcares aportar energía. Pueden ser hipo, iso o hipertónica respecto del plasma. Su capacidad de expandir
volumen esta relacionada de forma directa con las concentraciones de sodio. El 50% del volumen infundido de una solución cristaloide tarda como promedio unos 15 min en abandonar el espacio intravascular.

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A- CRISTALOIDES HIPOTÓNICAS

1- HIPOSALINO AL 0,45%

Aporta la mitad del contenido de ClNa que la solución fisiológica. Ideal para el aporte de agua libre exenta de glucosa

B- CRISTALOIDES ISOOSMÓTICAS

Se distribuyen fundamentalmente en el líquido extracelular, permaneciendo a la hora sólo el 20% del volumen infundido en el espacio intravascular. Se distinguen varios tipos

1- SOLUCIÓN FISIOLÓGICA AL 0,9%.

Indicada para reponer líquidos y electrolitos especialmente en situaciones de pérdida importantes de cloro (ej: estados hipereméticos) ya que en la solución fisiológica la proporción cloro:sodio es 1:1 mientras que en el líquido extracelular es de 2:3. Se requiere infundir de 3-4 veces el volumen de pérdidas calculado para normalizar parámetros hemodinámicos. Debido a su elevado contenido en sodio y en cloro, su administración en exceso puede dar lugar a edemas y acidosis hiperclorémica por lo que no se indica de entrada en cardiópatas ni hipertensos.

2- SOLUCIÓN DE RINGER.

Solución electrolítica balanceada en la que parte del sodio de la solución salina isotónica es sustituida por calcio y potasio. Su indicación principal radica en la reposición de perdidas hidroelectrolíticas con depleción del espacio extravascular.

3- SOLUCIÓN DE RINGER LACTATO

Similar a la solución anterior, contiene además lactato que tiene un efecto buffer yaque primero es transformado en piruvato y luego en bicarbonato durante el metabolismo como parte del ciclo de Cori. La vida media del lactato plasmático es de 20 min aproximadamente y puede llegar a 4-6 horas en pacientes en estado de schock. Los preparados disponibles contienen una mezcla de D-lactato y L-lactato. El D-lactato tiene una velocidad de aclaramiento un 30% mas lenta que la forma levógira. En condiciones fisiológicas existe en plasma una concentración de D-lactato inferior a 0,02 mmol/L, concentraciones superiores a 3 mmol/l pueden dar lugar a encefalopatía. La presencia de hepatopatías o bien una disminución de la perfusión hepática disminuiría el aclaramiento de lactato y por tanto aumentaría el riesgo de daño cerebral, por lo que se debe usar con precaución en estos casos.

4- SOLUCIÓN GLUCOSADA AL 5%.

Sus indicaciones principales son como solución para mantener vía, en las deshidrataciones hipertónicas (por falta de ingesta de líquidos, intensa sudoración etc) y para proporcionar energía durante un periodo corto de tiempo. Se contraindica en la enfermedad de Adisson ya que pueden provocar crisis adissonianas.

5- SOLUCION GLUCOSALINA ISOTÓNICA.

Eficaz como hidratante, para cubrir la demanda de agua y electrolitos.

C- CRISTALOIDES HIPERTÓNICAS

1- SOLUCION SALINA HIPERTÓNICA.

Se recomienda al 7,5% con una osmolaridad de 2400mOsm/L. Es aconsejable monitorizar los niveles de sodio plasmático y la osmolaridad para que no rebasen el dintel de 160 mEq/L y de 350 mOsm/L respectivamente.

2- SOLUCIONES GLUCOSADAS AL 10%, 20% Y 40%.

Aportan energía y movilizan sodio desde la célula al espacio extracelular y potasio en sentido opuesto. La glucosa produciría una deshidratación celular, atrapando agua en el espacio intravascular.

D- SOLUCIONES ALCALINIZANTES

Indicadas en caso de acidosis metabólica.

1- BICARBONATO SODICO 1/6M (1,4%).

Solución ligeramente hipertónica. Es la más usada habitualmente para corregir la acidosis

metabólica. Supone un aporte de 166mEq/L de bicarbonato sódico.

2- BICARBONATO SODICO 1M (8,4%).

Solución hipertónica (2000 mOsm/L) de elección para la corrección de acidosis metabólica aguda severas. Eleva de forma considerable la producción de CO2.

3- SOLUCIÓN DE LACTATO SÓDICO.

Ya comentada anteriormente

E- SOLUCIONES ACIDIFICANTES

1- CLORURO AMÓNICO 1/6M.

Solución isotónica. Se indica en la alcalosis hipoclorémica como por ejemplo los casos de alcalosis grave por vómitos no corregida con otro tipo de soluciones. En el hígado el ión amonio se convierte en urea, proceso en el que se generan protones. La corrección de la alcalosis con cloruro amónico debe realizarse lentamente (infusión de 150mL/h mxímo) para evitar mioclonias, alteraciones del ritmo cardiaco y respiratorias. Está contraindicada en caso de insuficiencia renal y/o hepática.

2. SOLUCIONES COLOIDES

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Son soluciones que contienen partículas de alto peso molecular en suspensión por lo que actúan como expansores plasmáticos. Estas partículas aumentan la osmolaridad plasmática por lo que se retiene agua en el espacio intravascular, esto produce expansión del volumen plasmático y al mismo tiempo una hemodilución, que mejora las propiedades reológicas sanguíneas, favoreciéndose la perfusión tisular. Los efectos hemodinámicos son más duraderos y rápidos que los de las soluciones cristaloides. Están indicadas en caso de sangrado activo, pérdidas protéicas importantes o bien cuando el uso de soluciones cristaloides no consigue una expansión plasmática adecuada. En situaciónes de hipovolemia suelen asociarse a los cristaloides en una proporción aproximada de 3 unidades de cristaloides por 1 de coloide. Existen coloides naturales y artificiales

A- COLOIDES NATURALES

1- ALBÚMINA

Proteína oncóticamente activa, cada gramo de albúmina es capaz de fijar 18 ml de agua libre en el espacio intravascular. Se comercializa en soluciones de salino a diferentes concentraciones (5, 20y 25 %). Las soluciones de albúmina contienen citrato, que tiene la capacidad de captar calcio sérico y dar lugar a hipocalcemia con el consiguiente riesgo de alteración de la función cardiaca y renal. La alteración de la agregabilidad plaquetaria y la dilución de los factores de la coagulación aumentan el riesgo de sangrado. A pesar de ser sometida a un proceso de pasteurización que logra destruir los virus de la inmunodeficiencia humana y de la hepatitis A, B y C, las soluciones de albúmina pueden ser portadoras de pirógenos y bacterias constituyendo un riesgo de infección. Asimismo en el proceso de pasteurización pueden formarse polímeros de albúmina muy alergénicos. Por todo ello se prefiere el uso de coloides artificiales, más baratos e igual de potentes oncóticamente donde estos riesgos están minimizados, reservándose su uso a estados edematosos severos y en paracentesis de evacuación asociando frecuentemente diuréticos tipo furosemida.

2- DEXTRANOS.

Son polisacáridos de síntesis bacteriana .Se comercializan 2 tipos de dextranos, el dextrano 40 o Rheomacrodex y el dextrano 70 o Macrodex. El Rheomacrodex es un polisacárido de peso molecular 40.000 Da y de 2-3 h de vida media, se comercializa en solución al 6% de suero fisiológico y al 6% de glucosado. No debe administrare más de 20 mL/kg/día. El Macrodex tiene un peso molecular de 70.000 y una capacidad expansora
plasmática mayor a la albúmina, con vida media aproximada de 12 h. Se presenta en solución al 10% bien en solución fisiológica o glucosada. La dosis máxima de infusión es de 15 mL/kg/día. Tanto el Macrodex como el Rheomacrodex deben ser administrados junto a soluciones cristaloides. A los dextranos se les adjudica un efecto antitrombótico; debido a esto y a la hemodilución que producen parecen mejorar el flujo sanguíneo a nivel de la concentraciones (5, 20y 25 %). Las soluciones de albúmina contienen citrato, que tiene la capacidad de captar calcio sérico y dar lugar a hipocalcemia con el consiguiente riesgo de alteración de la función cardiaca y renal. La alteración de la agregabilidad plaquetaria y la dilución de los factores de la coagulación aumentan el riesgo de sangrado. A pesar de ser sometida a un proceso de pasteurización que logra destruir los virus de la inmunodeficiencia humana y de la hepatitis A, B y C, las soluciones de albúmina pueden ser portadoras de pirógenos y bacterias constituyendo un riesgo de infección. Asimismo en el proceso de pasteurización pueden formarse polímeros de albúmina muy alergénicos. Por todo ello se prefiere el uso de coloides artificiales, más baratos e igual de potentes oncóticamente donde estos riesgos están minimizados, reservándose su uso a estados edematosos severos y en paracentesis de evacuación asociando frecuentemente diuréticos tipo furosemida.

2- DEXTRANOS.

Son polisacáridos de síntesis bacteriana .Se comercializan 2 tipos de dextranos, el dextrano 40 o Rheomacrodex y el dextrano 70 o Macrodex. El Rheomacrodex es un polisacárido de peso molecular 40.000 Da y de 2-3 h de vida media, se comercializa en solución al 6% de suero fisiológico y al 6% de glucosado. No debe administrare más de 20 mL/kg/día. El Macrodex tiene un peso molecular de 70.000 y una capacidad expansora plasmática mayor a la albúmina, con vida media aproximada de 12 h. Se presenta en solución al 10% bien en solución fisiológica o glucosada. La dosis máxima de infusión es de 15 mL/kg/día. Tanto el Macrodex como el Rheomacrodex deben ser administrados junto a soluciones cristaloides. A los dextranos se les adjudica un efecto antitrombótico; debido a esto y a la hemodilución que producen parecen mejorar el flujo sanguíneo a nivel de la microcirculación, esto hace que estén indicados en estados de hiperviscosidad para prevenir fenómenos trombóticos y tromboembólicos así como en estados de schock. Como efectos adversos destaca el riesgo de anafilaxia en pacientes atópicos, la inducción de fallo renal cuando son administrados a altas dosis así como la aparición de diuresis osmótica. Dan lugar a errores en la medición de la glucemia y a falso tipaje de grupo sanguíneo por alteraciones en la superficie eritrocitaria.

B- COLOIDES ARTIFICIALES

1- HIDROXIETILALMIDÓN (HEA).

Bajo este epígrafe se incluyen moléculas de diferente peso molecular obtenidas a partir del almidón de maíz. Desarrollan una presión isooncotica respecto del plasma (25-30 mmHg).

Los HEAs más recientes son moléculas de unos 200.000 Da de peso molecular. Se comercializan en soluciones al 6% de solución fisiológica (Hesteril 6%, Elohes 6%) y presentan como ventaja frente a los primeros almidones comercializados (que tenían mayor peso molecular) que no alterar la hemostasia ni se acumulan en tejidos a las dosis recomendadas de 20mL/kg/día. Son los preparados menos alergenizantes en comparación con los coloides habituales (albúmina gelatinas y dextranos).

La propiedades expansoras del HEA son similares a las de las soluciones de albúmina al 5%, variando el tiempo de eficacia volémica sostenida del coloide en plasma según las propiedades fisicoquímicas de la molécula comercializada (de 6h para Hesteril 6% y 12h para Elohes 6% aproximadamente).

2- DERIVADOS DE LA GELATINA.

Son soluciones de polipéptidos de mayor poder expansor que la albúminaa y con una eficiencia volémica sostenida de 1-2 h aproximadamente. Las más usadas son las gelatina modificadas, obtenidas a partir de colágeno bovino como Hemocé al 3,5% que supone una fuente de nitrógeno a tener en cuenta en pacientes con alteración severa de la función renal.

Tiene un alto contenido en sodio y calcio por lo que no se puede infundir con sangre. A dosis habituales no altera la hemostasia siendo el efecto adverso más importante el fenómeno de anafilaxia.

3- MANITOL

Grupos sanguíneos

https://www.youtube.com/watch?v=LdUzvEDMUME

DEFINICIÓN

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La membrana celular de los glóbulos rojos contiene en su superficie diferentes proteínas, las cuales son las responsables de los diferentes tipos de sangre. Existen principalmente dos tipos de proteínas que determinan el tipo de sangre, la proteína A y la B.

TIPOS Y GRUPOS DE SANGRE

Según las diferentes combinaciones de las proteínas de la superficie de los glóbulos rojos dan como resultado los 4 grupos sanguíneos existentes:

_ Grupo A: Tiene proteína A en la superficie del glóbulo rojo.

_ Grupo B: Tiene proteína B en la superficie del glóbulo rojo.

_ Grupo AB: Tiene ambas proteínas A y B.

_ Grupo O: No tiene ninguna (A o B) en la superficie del glóbulo rojo.

El Rh es otra proteína que si está presente en la superficie del glóbulo rojo será Rh positivo y si está ausente, es Rh negativo.

De esta forma una persona debe de tener un grupo sanguíneo formado por la proteína A, B ó las dos y además será Rh positivo o negativo.

UTILIZACIÓN EN LAS TRANSFUSIONES DE SANGRE

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Aglutininas:

Cuando el aglutinógeno de tipo A no está presente en los hematíes de una persona, aparecen aglutininas anti-A en el plasma. Además, cuando el aglutinógeno de tipo B no está presente en los hematíes, aparecen unos anticuerpos, conocidos como aglutininas anti-B,en el plasma.

De este modo, refiriéndonos a la tabla siguiente, nótese que el grupo sanguíneo O, aunque no contiene aglutinógenos, contiene aglutininas anti-A y anti-B; el grupo sanguíneo A contiene aglutinógenos de tipo A y aglutininas anti-B; el grupo sanguíneo B contiene aglutinógenos de tipo B y aglutininas anti-A. Finalmente, el grupo sanguíneo AB contiene aglutinógenos A y B, pero no aglutininas.

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TÍTULO DE AGLUTININAS A DIFERENTES EDADES.

Inmediatamente después del nacimiento, la cantidad de aglutininas en el plasma es casi nula. Dos a ocho meses después del nacimiento, el lactante empieza a producir aglutininas, aglutininas anti-A cuando los aglutinógenos A no están presentes en las células y aglutininas anti-B cuando no hay aglutinógenos de tipo B en las células. Se suele alcanzar un título máximo a los 8-10 años de edad, que declina de forma gradual a lo largo de los años restantes de vida.

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ORIGEN DE LAS AGLUTININAS EN EL PLASMA.

Las aglutininas son globulinas gamma, como los otros anticuerpos, y son producidas por las mismas células que producen los anticuerpos frente a otros antígenos. La mayor parte de ellas son moléculas de inmunoglobulinas IgM e IgG.

La respuesta a esto es que en el organismo entran pequeñas cantidades de antígenos A y B en los alimentos, en las bacterias y de otras formas, y estas sustancias ponen en marcha la aparición de aglutininas anti-A y anti-B.

Proceso de aglutinación en las reacciones transfusionales

Cuando las sangre se emparejan mal, de forma que se mezclan aglutininas plasmáticas anti-A o anti-B con hematíes que contienen aglutinógenos A o B, respectivamente, los hematíes se aglutinan por el siguiente proceso: las aglutininas se unen a los hematíes. Debido a que las aglutininas tienen dos lugares de unión (tipo IgG) o diez (IgM), una sola aglutinina puede unirse a dos o más hematíes diferentes al mismo tiempo, haciendo que las células se adhieran entre sí. Esto hace que las células se agrupen, lo que constituye el proceso de aglutinación. Estas agrupaciones taponan los pequeños vasos sanguíneos por todo el sistema circulatorio. Durante las horas o días siguientes, la distorsión física de las células o el ataque por parte de los leucocitos fagocíticos destruye las células aglutinadas, liberando hemoglobina al plasma, lo que se llama «hemólisis» de los hematíes

EN ALGUNAS REACCIONES TRANSFUSIONALES SE PRODUCE UNA HEMÓLISIS AGUDA.

A veces, cuando las sangres receptoras y donante son incompatibles, se produce una hemólisis inmediata de los hematíes en la sangre circulante. En este caso, los anticuerpos lisan los hematíes activando el sistema del complemento. Esto libera finalmente enzimas proteolíticas (el complejo lítico), que rompen las membranas celulares

La hemólisis intravascular inmediata es mucho menos frecuente que la aglutinaciónseguida de una hemólisis retardada porque no sólo tiene que haber un título elevado de anticuerpos para que esto ocurra, sino porque parece necesario un tipo diferente de anticuerpo. principalmente anticuerpos IgM; estos anticuerpos se llaman hemólisis.

Tipificación de la sangre

Antes de administrar una transfusión, es necesario determinar r-l tipo sanguíneo del receptor y el tipo sanguíneo de la sangre donante, de forma que la sangre se pueda emparejar de forma adecuada. Esto se denomina tipificación de la sangre, y se realiza de la siguiente forma: primero se diluyen los hematíes con suero salino. Una parte se mezcla entonces con aglutinina anti-A y otra con aglutinina anti-B. Tras varios minutos, se observa la mezcla con el microscopio. Si los hematíes se han agrupado (es decir, “aglutinado”), se sabe que se ha producido una reacción antígeno-anticuerpo.

La tabla siguiente indica la presencia (+) o ausencia (-) de aglutinación con cada uno de los cuatro tipos de sangre. los hematíes tipo í) no tienen aglutinógenos y, por tanto, no reaccionan con el suero anti-A ni anti-B. La sangre de tipo A tiene aglutinógenos A por lo que se aglutina con las aglutininas anti-A. La sangre de tipo B tiene aglutinógenos B y se aglutina con el suero anti-B. La sangre de tipo AB tiene aglutinógenos A y B, y se aglutina con los dos tipos de suero.

Transfusión

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Antecedentes

El tratamiento de reemeplazo sanguíneo humano se acepto a finales del siglo XIX. Luego siguió la introducción de los gruos sanguíneos por parte de Landsteiner, que identifico los grupos principales A, B y O en 1900, lo que derivó en el uso frecuente de hemoderivados. En 1939, Levine y Stetson publicaron el concepto del grupo Rh. Estos decubrimientos establecieron las bses sobre las cuales creció la medicina ransfusional

Tratamiento de sustitución

Tipificación y reacciones cruzadas. La compatibilidad serológica para los grupos A, B, O y Rh se establece de manera sistematica. Se realzan reacciones cruzadas entre eritrocitos del donante y Duero del receptor (reaccon cruzada mayor)

Sangre entera de banco. Hoy en dia rara vez se encuentra disponible en naiones occidentales, en alguna ocasión fue el producto sanguíneo idel. Con los cambios secuenciales en la soluciones para almacenamiento, ahora la vida de anaquel de los eritrocitos es de 42 dias, esto puede tener una participación significativa en la resñuesta inflamatoria y la incidencia de falla organica multiple. Los cambios que experimentan los eritrocitos durante el almacenamiento i cluyen reducción del ADP y 2,3-difosfoglicerato (2,3-DPG) intracelulares, lo qje altera la curva de disociación de l hemoglobina y el oxigeno y reduce el transporte de oxigeno. Los eritrocitos almacenados se vuelven cada vez mas acidoticos, con concentraciones altas de lactato, potasio y amoniaco.

Eritrocitos y eritrocitos congelados. Son el producto de elección en la mayor parte de los evetos clínicos que requieren reanimación. Pueden prepararse suspensiones concentrados de eritrocitos mediante la eliminación de la mayor parte del plasma sobrenadante después de la centrifugcion. En la actualidad los eritrocitos congelados no están disponibles para uso de urgencias, ya que la descongelación y preparación toma horas. Se usan en pacientes con sensibilzacion previa. La viabilidad de los globulos rojos mejora, y las concentraciones de ATP y2,3- DPG se conservan.

Concentrado de eritrocitos: con bajo contenido de leucocitos y lavados/ con bajo contenido e leucocitos. Estos oroductos se preparan por filtración que elimina el 99.9% de los leucocitos y la mayor parte de las plaquetas y, si es necesario, con lavado adicional con solución salina. La reducción de los leucocitos evita casi todas las reacciones febriles, no hemolíticas ( fiebre, escalofrio o ambos), la aloinmunizacion a antigenos HLA clase I y la resistencia a la transfucion de plaquetas, asi como transmisión de citomegalovirus. Es el hemoderivado ideal para transfusión.

Concentrados plaquetarios. Las indicaciones para transfusión plauqetaria incye trombocitopenia causada por hemorragia masiva y sustitución con hemoderivados con bajo contenido de plaquetas, trombocitopenia causada por la produccio insuficiente de plaqueta y transtornos plaquetarios cualitativos. La vida de anaquel de los concentrados plaquetarios es de 120h desde el momento de la donación. Una unidad de concentrado plaquetario tiene un volumen aproximado de 50 ml. Los preparados plaquetarios pueden transmitir enfermedades infecciosas y provocar reacciones alergicad similares casadas por la trannsfusion de eritrocitos. El nivel terapéutico de las plaquetas es de 50 000 a 100 000/ microl, pero depende mucho de la situación cínica. Se sugiere el uso mas temprano de plaquetas mejora los resultados en los pacientes con hemorragia

Plasma freco congelado (FFP). Se prepara de sangre fresca donada y es la fuente habitual de factores de coagylacion dependiete de vitamina <K y la única fuente de factor V. este conlleva riesgos de infección similares a los de otros hemoderivados. E usa como recuroso principal para la reanimación en pacientes con hemorragia rápida: hay estudios en proceso para valofrar este concepto. El FFP puede descongelars y almacenarse hasta por 5 dias, lo que aumenta muho su disponibilidad inmediata.

Concetrados y tecnología de DNA recombinante. Estos productos se obtienen con facilidad y no conlleva riesgos de infecciones, como los tratamientos con otros componentes.

Acido tranexámico (TXA). Es un antifibrinolítico que se ha uado para disminuir la hemorragia y la necesidad de transfucsiones sanguíneas en la cirugía de derivación arterial coronaria con injerto, transplante hepática ortotopico, artroplastia de cadera y rodilla, y en otras situaciones quirúrgicas.

El TXA es eficaz oara evitr la perdida sanguínea durante la cirugía y reducir la transfusión, y no se relaciono con aumento de fenómenos oclusivos vasculares. Eventos adversos incluye alteraciones gastrointestinales (nausea, vomito y diarrea, casi siempre relaviona con la dosis), transtornos visuales (visison borrosa y cambios en la percepción del color, sobretodo con e uso porlomgado) y fenómenos tromboembolcos ocasionales. Por lo tanto, su empleo esta contraindicado en situaciones cpn defecto adquirido de la visión de color y coagulación intravascular activa. El TXA debe usarse con precaución en caso de hemorragia de vias urinarias porque hay informes de obstruccion ureteral a causa de la coagulación. Este copuesto esta contraindicado en pacientes con hemorragia suaracnoidea aneurismática. El TXA no debe administrarse con concentrado de complejo de protrombina activada ni con concentrados de coplejo del factor IX porque pueden elevar el riesgo de trombosis. El TXA es un antifibrinolítico que inhibe la activación del plasminógeno y la ctividad de la plasmina, lo que evita la degradación del coagulo, en lugar de inducir el desarrollo de un coagulo nuevo. El TXA es un inhibdor de la activación del plasminogen y de la actividad de la p’lasmina, ocupa los sitios de unión de la lisina del plasminógeno, lo que previene su unión con residuos de lisina en la fibrina. Esto reduce l activación del plasminógeno hasta la plasmina. De igual manera, el bloqueo de lso sitios de unión con lisina en la plasmina circulante previene la unión cpn la fibrinaa y por lo tanto, impide la degradación del coagulo.

En concentraciones terapeuticas, el TXA no afecta el recuentro o agregación plaquetaruo ni los parámetros de coagulación. Se excreta sobret todo m a orina sin cambios y su semivida es cercana a 2 h en la circulación. Su administración prolongada requiere ajuste de la dosis en caso de daño renal; su empleo en situaciones traumatológicas agudas no parece equerir ajustes. Tampoco es neceario ajustar las dosis en acientes con daño hepático. Se usa cada vez mas en estados unidos para pacientes con hemorraia continua.

TACO: sobrecarga circulatoria relacionada con la transfusión ( transfusión-associated circulatory overload)

TRALI: (trasnfusion related acute lung injury) síndrome de lesión pumonar relacionada con la trnasfucion

ESTADO DE CHOQUE

Resultado de imagen para estado de choque

es la incapacidad para cubrir las necesidades metabólicas de la célula y las consecuencias de esto.

La estrategia general para el tratamiento de estos pacientes ha sido empírica: asegurar una vía respiratoria con ventilación adecuada, y la restauración del volumen vascular además de la perfusión de los tejidos.

Una parte integral del conocimiento del choque es la apreciación de que el cuerpo intenta mantener el estado de homeostasis.

En la práctica clínica reciente se describen seis tipos de choque:

 choque hipovolémico: más común, es consecuencia de la pérdida de volumen sanguíneo circulante. Puede deberse a la pérdida de sangre entera (choque hemorrágico), plasma, líquido intersticial (obstrucción intestinal) o una combinación de estos elementos.choque vasógeno atenuación de la resistencia dentro de los vasos de capacitancia, que se observa a menudo en la septicemia.

choque neurógeno es una forma del choque vasógeno en la que la lesión de la médula espinal o la anestesia raquídea causan vasodilatación por pérdida aguda del tono vascular simpático.

choque cardiógeno se atribuye a la falla del corazón como bomba, tal y como sucede en las arritmias o en el infarto agudo del miocardio.

choque obstructivo, causado por embolia pulmonar o neumotórax a tensión, origina una depresión del gasto cardiaco, consecuencia del impedimento mecánico en la circulación, no de una insuficiencia cardiaca primaria.

choque por traumatismo, la lesión del tejido blando y óseo inducen la activación de células inflamatorias y liberación de factores circulantes, como citocinas y moléculas intracelulares que modulan la respuesta inmunitaria.

FISIOPATOLOGÍA DEL CHOQUE

las respuestas fisiológicas iniciales en el choque están impulsadas por la hipoperfusión hística y el desarrollo de déficit de energía celular. Este desequilibrio entre el aporte y las demandas celulares genera respuestas neuroendocrinas e inflamatorias, cuya magnitud casi siempre es proporcional al grado y duración del choque.

Por ejemplo, la respuesta cardiovascular impulsada por el sistema nervioso simpático se amortigua mucho en el choque neurógeno o séptico. Además, puede haber descenso de la perfusión como consecuencia de la activación y disfunción celulares, como en el choque séptico y, en menor medida, en el traumático.

Muchas de las respuestas específicas de los órganos están dirigidas a mantener la perfusión en la circulación cerebral y la coronaria. Éstas se encuentran reguladas en múltiples niveles, incluidos:

a) receptores de estiramiento y barorreceptores en el corazón y vasculatura

b) quimiorreceptores

c) respuestas a la isquemia cerebral

d) liberación de vasoconstrictores endógenos

e) desplazamiento de líquido al espacio intravascular

f) reabsorción y conservación renales de sal y agua.

Respuestas neuroendocrinas y de órganos

específicos a la hemorragia

La finalidad de la respuesta neuroendocrina a la hemorragia es conservar la perfusión al corazón y cerebro, incluso a expensas de otros sistemas y órganos.

Hay vasoconstricción periférica y se inhibe la excreción de líquido.

Existe control autónomo del tono vascular periférico y contractilidad cardiaca, respuesta hormonal a la lesión y el agotamiento de volumen y mecanismos microcirculatorios locales específicos de órganos y reguladores del flujo sanguíneo regional.

El estímulo inicial en el choque hemorrágico es la pérdida del volumen sanguíneo circulante.

Al haber perdida sanguínea se envían señales aferentes al SNC y se activan las respuestas efectoras  reflejas o impulsos eferentes, estos tienen como fin expandir el volumen plasmático, conservar el riego periférico y el aporte de oxígeno a los tejidos y restablecer la homeostasis.

Los barorreceptores también son una vía aferente de importancia en el inicio de la respuesta de adaptación al choque. En las aurículas del corazón se encuentran receptores de volumen, sensibles a cambios de la presión de la cámara como al estiramiento de la pared. Se activan con una hemorragia de volumen bajo o disminuciones menores de la presión de la aurícula derecha.

La hemorragia causa reducción del retorno venoso al corazón y disminución del gasto cardiaco. Esto se compensa al incrementar la frecuencia y contractilidad del corazón y asimismo por vasoconstricción venosa y arterial.

Respuesta hormonal

la respuesta a la lesión incluye la activación del sistema nervioso autónomo y la del eje hipotálamo- hipófisis-suprarrenales.

El choque estimula al hipotálamo para producir hormona liberadora de corticotropina, que a su vez activa la secreción de la hormona adrenocorticotrópica por la hipófisis. De manera subsecuente, la ACTH estimula la corteza suprarrenal para liberar cortisol, que actúa de modo sinérgico con la adrenalina y el glucagon para inducir un estado catabólico.

El cortisol :

Estimula la gluconeogenesis

Promueve la resistencia a la insulina en diferentes órganos creando un estado de Hiperinsulinismo

Permite el catabolismo de células musculares y lipolisis para la gluconeogenesis hepatica

Propicia la retención de sodio y agua en las nefronas.

En el choque se activa el sistema renina-angiotensina.

RESPUESTAS INMUNITARIA E INFLAMATORIA

Las respuestas inmunitaria e inflamatoria son un conjunto complejo de interacciones entre factores solubles circulantes y células que surgen como respuesta al traumatismo, infección, isquemia, tóxicos o estímulos autoinmunitarios.

Es un sistema de vigilancia y respuesta continuas que presenta un incremento coordinado después de una lesión para curar al tejido dañado y restaurar el equilibrio hospedador-microbio, además de la supresión activa para regresar a los niveles basales.

Citosinas

NEUTRÓFILOS

También llamados polimorfonucleares son las primeras células que se incorporan en el sitio de lesión.

Eliminan sustancias extrañas, agentes infecciosos, y tejido no viable mediante la fagocitosis.

Cuando estos se encuentran activados también pueden infligir lesión celular y disfunción orgánica.

Se liberan en presencia de isquemia y reanudación del riego y provocan lesión orgánica. Los neutrofilos migran hasta el sitio de lesión donde liberan enzimas proteolíticas como la elastasa, catepsina G y mediadores vasoactivos como leucotrienos y eoicosanoides.

COMPLEMENTO

Los factores del complemento C3a, C4a Y C5a como sabemos son mediadores que incrementan la permeablidad vascular, contraccion del musculo liso,liberacion de histamina y producto accesorio del acido araquidónico.

FORMAS DE CHOQUE

  • Choque hipovolémico o hemorrágico

La causa más común de choque en el paciente quirúrgico o traumatizado es la pérdida de volumen circulante por una hemorragia. La pérdida aguda de sangre suscita una disminución refleja de la estimulación barorreceptora de receptores de estiramiento en las arterias grandes, que da lugar a disminución de la inhibición de los centros vasoconstrictores en el tallo encefálico, incremento de la estimulación de quimiorreceptores de los centros vasomotores y disminución del gasto por receptores auriculares de estiramiento. La hipovolemia a su vez induce estimulación simpática, que conduce a la liberación de epinefrina y norepinefrina, activación de la cascada de renina-angiotensina y mayor liberación de vasopresina. Es importante resaltar que la vasoconstricción no está presente en la circulacion coronaria y cerebral para mantener con mayor irrigación esas zonas.

Diagnóstico

Existen signos clínicos en un paciente con choque hipovolemico, como son:

  • Extremidades frías y pegajosas
  • Taquicardia
  • Ausencia o debilidad de pulsos periféricos
  • Hipotensión (<110 mmHg)
  • Estos signos no suelen aparecer todos de forma simultanea y dependen mucho del volumen de sangre que se ha perdido para que aparezcan. Para esto se tiene una clasificacion hemorragica.

Tratamiento

El componente de la reanimación del paciente en choque es el control de una hemorragia.

Existe prioridades adecuadas en estos enfermos:

a) asegurar las vías respiratorias

b) controlar el origen de la hemorragia

c) reanimación del volumen intravenoso.

Reanimación con control de daño

Dicha estrategia inicia en la sala de urgencias, continúa en el quirófano y en la unidad de cuidados intensivos (ICU).

Las conclusiones razonables en presencia de hemorragia incontrolable incluyen:

  • cualquier retraso en la intervención quirúrgica para controlar la hemorragia aumenta la mortalidad;
  • en caso de hemorragia no controlada, el intento para alcanzar la presión sanguínea normal podría aumentar la mortalidad, sobretodo con lesiones penetrantes y tiempo de traslado corto;
  • una meta de 80 a 90 mmHg para la SBP podría ser adecuada en pacientes con herida penetrante, y debe evitarse la hemodilución profunda

La reanimación con líquidos es un coadyuvante importante para el control físico de la hemorragia en pacientes con choque. En caso de hemorragia grave, la restauración del volumen intravascular debe hacerse con hemoderivados.

La transfusión de concentrados de eritrocitos y otros hemoderivados es esencial para el tratamiento de pacientes en estado de choque hemorrágico. Las recomendaciones actuales en sujetos estables de la ICU incluyen el logro de un nivel de hemoglobina de 7 a 9 g/100 ml.

La reanimación con control de daños y consiste en transfusión con eritrocitos, plasma fresco congelado (FFP, fresh frozen plasma) y unidades de plaquetas administradas en cantidades iguales.

Choque por traumatismo

Reacción sistémica que se da después de un traumatismo que incluye los efectos de lesión de tejidos blandos, fracturas de huesos largos y pérdida de sangre.

Cuando existe traumatismo cerrado es frecuente encontrar insuficiencia de órganos múltiples, incluido el síndrome de insuficiencia respiratoria aguda (ARDS).

La hipoperfusión se incrementa por la activación pro inflamación que ocurre después de la inducción del estado de choque.

Ejemplos de choque por traumatismo:

  • Hemorragia pequeña acompañada de lesión de tejidos blandos (fractura de fémur, lesión por aplastamiento)
  • Combinacion de choque hipovolémico, neurogéno, cargiógeno y obstructivo que precipite la actividad pronflamatoria.

El tratamiento del choque por traumatismo se dirige a corregir los elementos individuales para atenuar la cascada de activación pro inflamatoria.

Choque séptico (vasodilatador)

Este tipo de choque se caracteriza a diferencia de los otros dos porque hay un estado de vasodilatación periférica con hipotensión resultante y resistencia al tratamiento con vasopresores. Es resultado de la disfunción del endotelio y la vasculatura secundaria a mediadores y células inflamatorios circulantes o como respuesta a la hipoperfusión prolongada grave.

La hipotensión es resultado de la falta de contracción apropiada del musculo liso vascular.

Dentro de las causas de choque vasodilatador, la más frecuente de estas es la septicemia. Pero existen otras causas que difieren de esta última.

  • Causas de choque vasodilatador.

 La causa más frecuente es la septicemia.

El estado de choque septicémico es un producto secundario de la respuesta corporal a la alteración en el equilibrio entre el microbio y el hospedador, que resulta en una infección localizada invasiva o grave.

Como intento para eliminar los patógenos, las células inmunitarias y de otros tipos (p. ej., endoteliales) elaboran mediadores solubles que acentúan los mecanismos efectores destructores de macrófagos y neutrófilos, aumentan las actividades procoagulantes y de los fibroblastos para localizar a los invasores e incrementan el flujo sanguíneo microvascular para mejorar el aporte de fuerzas destructoras al área de invasión.

En el choque septicémico, los efectos vasodilatadores se deben en parte al aumento de la isoforma inducible de la óxido nítrico sintasa (iNOS o NOS 2) en la pared de los vasos. La iNOS produce grandes cantidades de óxido nítrico por periodos constantes. Este potente vasodilatador suprime el tono vascular y torna resistente la vasculatura a los efectos de fármacos vasoconstrictores.

Diagnostico

Se debe tomar en cuenta las manifestaciones del hospedador e identificación del microorganismo. Se emplean los terminos septicemia, septicemia grave y choque séptico para cuantificar la reacción in-flamatoria del hospedador.

  • Criterios de sepsis

SEPTICEMIA

es una respuesta generalizada del organismo (sistémica) grave ante una bacteremia  u otra infección.

SEPTICEMIA GRAVE

 es una septicemia más una insuficiencia de un sistema esencial del organismo o una irrigación inadecuada a partes del cuerpo debida a una infección.

CHOQUE SÉPTICO

Tratamiento

Tratamiento de primera línea

  • Permeabilidad de las vías aereas y ventilación (intubación de ser necesario)
  • Reanimacion con liquidos
  • Restablecimiento del volumen circulatorio
  • Antibioticos empiricos con base a los patogenos mas probables
  • Vasopresores

Las catecolaminas son los vasopresores utlizados con mayor frecuencia, pero en personas que tienen resistencia arterial a estas se utiliza la arginia-vasopresina, ya que es una vasoconstrictor potente.

Insulina

Como en personas graves y con septicemia se puede desarrollar hiperglucemia o resistencia la insulina, el uso de esta última como tratamiento ha mejorado el pronóstico del paciente e incluso, reducido las tasas de muerte.

Tratamiento intensivo con insulina (conservación de la glucemia entre 80 y 110 mg/100 ml) o terapia convencional (administración de insulina sólo si las concentraciones de glucosa eran > 215 mg/100 ml, con un objetivo de 180 a 200 mg/100 ml.

Ventilación con menor volumen

Esta implica una corriente inicial de 6ml/kg del peso corporal esperado y presión de meseta de 30 cmH2O o menos.

Corticoides

Se ha demostrado de la utilización de corticoesteoides como una dosis intravenosa única de 50 mh de hidrocortisona, mejoró la respuesta de la presión arterial media a la noradrenalina y fenilefrina en paciente con choque séptico.

Este estudio sugirió que el tratamiento con hidrocortisona no puede recomendarse como coadyuvante habitual para el choque septicémico. Sin embargo, si la SBP permanece < 90 mmHg a pesar de la administración adecuada de líquidos y vasopresores, debe considerarse la hidrocortisona en dosis de 200 mg al día durante siete días divididos en cuatro dosis o en infusión continua.

Choque cardiogénico

El choque cardiógeno se define desde el punto de vista clínico como una falla de la bomba circulatoria que conduce a reducción del flujo anterógrado e hipoxia hística subsecuente, con un volumen intravascular adecuado. Los criterios hemodinámicos incluyen hipotensión sostenida (SBP < 90 mmHg cuando menos durante 30 min), índice cardiaco reducido (< 2.2 L/min/m2) y presión en cuña de la arteria pulmonar alta (> 15 mmHg).

La fisiopatología del estado de choque cardiógeno incluye un ciclo vicioso de isquemia del miocardio que causa disfunción miocárdica y resulta en mayor isquemia del miocardio. Cuando hay necrosis o isquemia de una cantidad suficiente de pared del ventrículo izquierdo y se presenta falla de bomba, disminuye el volumen sistólico. En series de necropsias de fallecidos por choque cardiógeno se encontró daño de 40% del ventrículo izquierdo.99 La isquemia distante de la zona infartada puede contribuir a disfunción sistólica en sujetos con choque cardiógeno. La isquemia del miocardio origina una disminución de la adaptabilidad y se observan, de modo progresivo, incrementos compensadores de las presiones de llenado del ventrículo izquierdo.

La disminución del gasto o la contractilidad cardiaca cuando existe un volumen intravascular adecuado (precarga) puede originar lechos vasculares con disminución de la perfusión y descarga simpática refleja. La mayor estimulación simpática del corazón, por impulsos neurales directos o catecolaminas circulantes, eleva la frecuencia cardiaca, la contracción del miocardio y el consumo miocárdico de oxígeno, que tal vez no se alivien al incrementar el flujo sanguíneo de la arteria coronaria en individuos con estenosis fija de las arterias coronarias. La insuficiencia cardiaca aguda también puede ocasionar acumulación de líquido en el lecho microcirculatorio pulmonar y reducir aún más el aporte de oxígeno al miocardio.

Manifestaciones clínicas

El estado previo al shock de hipoperfusión puede ocurrir con una presión arterial normal.

Cianosis

Presión arterial media y la presión arterial sistólica disminuyen

Gasto urinario disminuido.

Incremento de PVC y PCPC.

Alteraciones de la cognición o del estado de alerta.

Tratamiento

Regulación del volumen liquido

Vigilancia de edema pulmonar y arritmias

Perfusión mediante vasodilatación

tratamiento farmacológico:

VASODILATADORES: decremento de la presión arterial diastólica

Nitroprusiato produce dilatación arterial y venosa, con disminución del retorno venoso al corazón y una reducción de la resistencia arterial.

nitroglicerina dilatación del lecho vascular venoso y en las arterias coronarias

INOTROPICOS POSITIVOS: mejorar la contractilidad cardíaca.

Dobutamina: vasodilatación y una actividad inotrópica positiva.

Milrinona: incremento del transporte de Ca++ hacia las células miocárdicas durante un potencial de acción.

CATECOLAMINAS: aumentan la contractilidad cardíaca, pero, provocan constricción arterial y aumentan la frecuencia cardíaca.

Tratamiento quirúrgico:

Bomba con balón intraaórtica (contrapulsación): refuerza la perfusión coronaria y sistémica, con lo que disminuye la poscarga y la demanda de oxígeno.

Choque neurógeno

El choque neurógeno se refiere a una disminución en la perfusión hística como efecto de la pérdida del tono vasomotor en lechos arteriales periféricos. La pérdida de impulsos vasocons-trictores causa incremento de la capacitancia vascular, disminución del retorno venoso y del gasto cardiaco.

La pérdida de impulsos vasoconstrictores causa incremento de la capacitancia vascular, disminución del retorno venoso y del gasto cardiaco.

La lesión aguda de la médula espinal da lugar a la activación de múltiples mecanismos de una lesión secundaria:

a) alteración vascular de la médula espinal con pérdida de la autorregulación, vasoespasmo y trombosis

b) pérdida de la integridad  de la membrana celular y deterioro del metabolismo energético

c) acumulación de neurotransmisores y liberación de radicales

Diagnóstico

La gravedad de la lesión de la médula espinal se correlaciona con la magnitud de la disfunción cardiovascular

La lesión aguda de la médula espinal puede ocasionar bradicardia, hipotensión, arritmias cardiacas, disminución del gasto cardiaco y reducción de la resistencia vascular periférica.

Disminución de la presión arterial acompañada de bradicardia (ausencia de taquicardia refleja por alteración de la descarga simpática)

Extremidades calientes (pérdida de la vasoconstricción periférica)

Déficit motores y sensoriales que indican una lesión de la médula espinal

Tratamiento

Asegurar las vías respiratorias y adecuada ventilación

Reanimación con líquidos y la sustitución del volumen intravascular

Vasoconstrictores mejora el tono vascular periférico, Si la presión arterial del enfermo no responde a una reanimación de volumen adecuada, puede emplearse primero dopamina.

Choque obstructivo

Tratamiento

Quirúrgico: embolectomía pulmonar, pericardiocentesis (taponamiento cardíaco, neumotórax a tensión, hemotórax).

Fármacos fibrinolítico: embolia pulmonar.

Tipos de nutrición

Resultado de imagen para nutricion parenteral y enteral

El objetivo de la nutrición es apoyar al paciente quirúrgico para evitar o revertir los efectos catabólicos de la enfermedad o lesión. El segundo objetivo del apoyo nutricional es satisfacer las necesidades de sustratos para la síntesis de proteína.

Los pacientes que reciben dietas elementales o hiperalimentación parenteral requieren complementación con vitaminas y minerales

Sobrealimentación

Es consecuencia de la sobrestimación de las necesidades calóricas, como ocurre cuando se utiliza el peso corporal real para calcular BEE en poblaciones de pacientes como los individuos con enfermedades críticas con sobrecarga significativa de líquidos y obesidad.

Nutrición entérica

Resultado de imagen para nutricion enteral

La nutrición enteral es una técnica de soporte nutricional que consiste en administrar los nutrientes directamente en el tracto gastrointestinal mediante sonda. No se acepta conceptualmente como nutrición enteral la administración oral de fórmulas artificiales.

Por lo general se prefiere a este tipo de alimentación sobre la nutrición parenteral por el bajo costo de la alimentación y los riesgos relacionados con la vía intravenosa. Los beneficios de la alimentación entérica en pacientes sometido a cirugía programada parecen estar relacionados con su estado nutricional.    

En pacientes con enfermedades graves, estudios prospectivos han demostrado que la nutrición entérica temprana se asocia con mejor absorción de carbohidratos en el intestino delgado, duración mas breve de la ventilación mecánica y tiempo mas corto de permanencia en la UCI.

La nutrición entérica podría modular de forma positiva la respuesta hipermetabólica inicial y puede ayudar a conservar la inmunidad de la mucosa. Se prefiere para la mayor parte de los pacientes con enfermedades graves; la practica basada en evidencias apoyada por los datos críticos comprenden una variedad de población de pacientes con enfermedades graves, incluidos aquellos con traumatismos, quemaduras, lesiones cefálicas, cirugía mayor y pancreatitis aguda.

Otros escenarios clínicos en los cuales se han sostenido los beneficios del apoyo nutricional entérico incluyen daño neurológico permanente, disfunción orofaríngea, síndrome de intestino corto y trasplante de medula ósea.

La alimentación entérica temprana también se asoció con disminución de la incidencia de formación de fistulas en pacientes con abdomen abierto

Nutrición entérica hipocalórica

Los pacientes graves o con lesiones criticas mostraron incremento del consumo de energía en reposo, que se relacionó con alteración del metabolismo, la dosis calórica recomendada para pacientes con enfermedades criticas varia de 25 a 30 Kcal/Kg/día.

La restricción calórica, atribuyendo sus beneficios a una mejor función celular en términos de efecto de la producción de radicales libres mitocondriales, del sistema de oxido reducción de la membrana plasmática y sensibilidad a la insulina. La alimentación trófica se refiere a proporcionar cantidades mínimas de nutrición entérica, la cual se presume tiene efectos beneficiosos pese a no satisfacer las necesidades calóricas diarias.

Formulas entéricas                                                                                                     

Las fórmulas de alimentación deben considerar favorecer la tolerancia gastrointestinal, tener efecto antinflamatorio, inmunomoduladores, apoyar la función de los órganos y la nutrición entérica estándar.

El estado funcional del tubo digestivo determina el tipo de solución entérica a utilizar. Los pacientes con tubo digestivo intacto toleraran bien soluciones complejas, pero aquellos que no recibieron alimentación a través del tubo digestivo por periodos prolongados tienen menor probabilidad de tolerar carbohidratos complejos.      

 En aquellos pacientes con dificultad para tolerar las fórmulas entéricas estándar, las formulas con péptidos y triglicéridos de cadena mediana con prebióticos pueden disminuir los problemas de tolerancia gastrointestinal. Además, en pacientes con problemas de malabsorción, las guías actuales respaldaron el suministro de fórmulas de proteína hidrolizadas para mejorar la absorción.

La provisión de nutrientes inmunomoduladores, lo que se conoce como “inmunonutrición” es uno de los mecanismos por medio de los cuales puede apoyarse la respuesta inmunitaria y también como un intento para reducir el riesgo de infecciones.  A la fecha los inmunodepresores mejor estudiados son la glutamina, arginina y PUFA ω-3

Formulas isotónicas con fibra                         

Contiene fibra soluble en insoluble, que en la mayor parte de los casos se realizaron a base de soya. Estas soluciones retrasan el transito intestinal y reducen la incidencia de diarrea en comparación con las soluciones sin fibra. La fibra estimula la actividad de la lipasa pancreática que es degrada por las bacterias intestinales en ácidos grasos de cadena corta, un combustible importante para los colonocitos.

Formulas que mejoran la función inmunitaria 

Están enriquecidas con nutrientes especiales que tiene por objeto mejorar varios aspectos de la función inmunitaria o de los órganos sólidos. Tales aditivos incluyen glutamina, arginina, ácidos grasos ω-3 y nucleótidos. Varios estudios clínicos han propuesto que uno o mas de estos aditivos reducen las complicaciones quirúrgicas y mejoran los resultados.

Formulas con alta densidad calórica

Contiene un mayor valor calórico por el mismo volumen. La mayor parte de los productos comerciales de esta variedad proporcionan 1.5 a 2 kcal/ml y por lo tanto son adecuadas para pacientes que requieren restricción de líquidos o en aquellos que son incapaces de tolerar la administración de grandes volúmenes.

Fórmulas con alto contenido de proteínas 

Se encuentran disponibles en mezclas isotónicas y se han propuesto para pacientes con enfermedades graves o con traumatismos, con altos requerimientos de proteínas. Estas fórmulas tienen una razón de calorías no proteínicas: nitrógeno entre 80:1 y 120:1

Formulas elementales                 

Contiene nutrientes predigeridos y proporcionan proteínas en forma de péptidos pequeños. Los carbohidratos complejos son limitados y el contenido de grasa, en forma de triglicéridos de cadenas mediana y larga, es mínimo. La ventaja principal de tales formulas es la facilidad de absorción. Dichas formulas se han utilizado en pacientes con malabsorción, alteración de la función intestinal y pancreatitis.

Acceso para el apoyo nutricional entérico

Sondas nasoentéricas

Debe reservarse para individuos con estado mental intacto y con reflejos laríngeos protectores, a fin de reducir los riesgos de broncoaspiración. Incluso en pacientes intubados, la alimentación nasogástrica a menudo puede recuperarse mediante aspiración traqueal. Se ha recomendado varios métodos para el paso de sondas nasoentéricas para la alimentación en el intestino delgado, lo que incluye el uso de fármacos procinéticos, posición en decúbito lateral derecho, insuflación gástrica, sondas de angulación y aplicación de giros en el sentido de las manecillas del reloj. Sus desventajas son obstrucción, doblamiento y colocación inadvertida o retiro de la sonda, además de complicaciones nasofaríngeas.

Gastrostomía endoscópica percutánea

La indicación más común incluye la alteración del mecanismo de deglución, obstrucción orofaríngea o esofágica y traumatismo facial mayor. Con frecuencia se utiliza para pacientes debilitados que requieren de administración de complementos calóricos, hidratación o dosificación frecuente de fármacos. También es apropiada para paciente que requieren descomprensión gástrica pasiva. Entre las contraindicaciones incluye ascitis, coagulopatías, varices gástricas, neoplasia gástrica.

Gastrostomía-yeyunostomía endoscópica percutánea y yeyunostomía endoscópica percutánea directa.

Los pacientes que no pueden tolerar la alimentación gástrica o que tienen un riesgo significativo de broncoaspiración deben ser alimentados directamente en sitios dístales al píloro. En el método de gastrostomía-yeyunostomía endoscópica percutánea, se hace avanzar una sonda de calibre 9F a 12F a través de una sonda de gastrostomía endoscópica percutánea existente, pasando el píloro y hacia el interior del duodeno.

La yeyunostomía endoscópica percutánea directa utiliza la misma técnica que la anterior per requiere un enteroscopio o colonoscopio para alcanzar el yeyuno.

Gastrostomía y yeyunostomía quirúrgicas

Para pacientes sometidos a cirugía compleja de abdomen o por traumatismos, deben considerarse posibles vías para apoyo nutricional subsiguiente, porque la laparotomía permite el acceso directo al estomago o intestino delgado. La única contraindicación absoluta para la alimentación por yeyunostomía es la obstrucción distal al sitio de colocación.

Nutrición parenteral

Consiste en la administración continua de soluciones hiperosmolares que contienen carbohidratos, proteínas, grasas y otros nutrientes necesarios a través de un catéter permanente introducido en la vena cava superior. La razón de calorías: proteínas debe ser adecuada (al menos 100 a 150 kcal7g de nitrógeno) y deben administrase carbohidratos y proteínas de forma simultánea.

Bases para la nutrición parenteral

Las principales indicaciones son: desnutrición, septicemia, cirugía o lesiones traumáticas en pacientes muy graves para los cuales no es posible el uso del tubo digestivo para la alimentación. En pacientes con desnutrición significativa, la nutrición parenteral mejora con rapidez el equilibrio de nitrógeno, lo que puede mejorar la función inmunitaria.

El objetivo fundaméntela es proporcionar suficientes calorías y sustrato de nitrógeno para favorecer la reparación hística y conservar la integridad del crecimiento de la asa hística magra.

Nutrición parenteral total

Hace referencia a la nutrición parenteral central la cual requiere acceso a una vena de mayor calibre para suministrar la totalidad de las necesidades nutricionales del individuo. El contenido de glucosa de la solución es elevado (15 a 25%) y todos los demás macronutrientes y micronutrientes se suministran por esta visa.

Nutrición parenteral periférica

La osmolaridad mas baja de la solución utilizada para este tipo de nutrición, como consecuencia de menores concentraciones de glucosa (5 a 10%) y proteínas (3%) permite su administración a través de venas periféricas. De forma típica se utiliza por periodos breves (<2semanas). Después de este periodo, debe iniciarse nutrición parenteral total

Inicio de nutrición parenteral total

La solución básica para nutrición parenteral contiene una concentración final de 15 a 25% de glucosa y 3 a 5% de aminoácidos cristalinos. El suministro apropiado de electrolitos y aminoácidos debe tomar en cuenta las vías de perdida de líquidos y electrolitos, la función renal, tasa metabólica, función cardiaca y enfermedades subyacentes.

Durante la nutrición parenteral prolongada con soluciones sin grasa, suele ocurrir deficiencia de ácidos grasos esenciales, que se manifiesta en la clínica como dermatitis con piel seca, con descamación y perdida de cabello. Este síndrome puede evitarse mediante la administración periódica de emulsiones de grasa a una tasa equivalente a 10 a 15% de las calorías totales.

Complicaciones de la nutrición parenteral

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Complicaciones técnicas

Una de las complicaciones más común y grave relacionada con la alimentación parenteral a largo plazo es la septicemia secundaria a la contaminación del catéter venoso central.  Las infecciones del torrente sanguíneo, relacionados con un catéter central ocurren como consecuencia de la diseminación hematógena de bacterias a través del catéter. Uno de los signos iniciales de la septicemia sistémica puede se el desarrollo súbito de intolerancia a la glucosa (con o sin incremento de la temperatura corporal) en un paciente que con anterioridad había aceptado la nutrición parenteral sin dificultades.

La tasa de infección del catéter es mas elevada en aquellos que se colocan en la vena femoral, es menor para los colocados en la vena yugular y aun mas baja para los que se colocan en la vena subclavia. Cuando el catéter permanece colocado por menos tres días, los riegos de infección son insignificantes. Si la permanencia es de tres a siete días, el riesgo de infección es de 3 a %. Los tiempos de permanencia >7 días se asocian a un 5 a 10% de riesgo de infección del catéter

Complicaciones metabólicas

Puede desarrollarse hiperglucemia con velocidades normales de infusión en pacientes con intolerancia a la glucosa o si se administran soluciones hipertónicas con demasiada rapidez a cualquier paciente. El tratamiento de esta alteración consiste en la administración de volumen con corrección de las anomalías electrolíticas y la administración de insulina.

Además, la alimentación excesiva también puede relacionarse con el desarrollo de cetosis hepática o deposito marcado de glucógeno en pacientes selectos. La colestasis y formación de cálculos biliares son comunes en pacientes que reciben nutrición parenteral a largo pazo

Atrofia intestinal

La falta de estimulación intestinal se asocia con atrofia de la mucosa intestinal, disminución de la altura de las vellosidades intestinales, proliferación bacteriana, reducción del tamaño del tejido linfoide, disminución de la producción de IgA y alteración de la inmunidad intestinal. El método más eficaz para evitar tales cambios es proporcionar al menos algunos nutrientes por vía entérica.

RESPUESTA METABÓLICA AL TRAUMA

El efecto de un trauma severo sobre el organismo es entre otros factores un estrés metabólico, mismo que desencadena una respuesta inicial por medio del cual se pretende conservar energía sobre órganos vitales, modular el sistema inmunológico y retrasar el anabolismo.

El estrés metabólico se considera como la respuesta que desarrolla el organismo ante cualquier agresión, que consiste en la reorganización de los flujos de sustratos estructurales y energéticos para atenuar las alteraciones producidas en el organismo. Esto es activada por varios tipos de estímulos nociceptivos, por la propia lesión del tejido, por isquemia tisular y su perfusión, así como por las alteraciones hemodinámicas que comúnmente presentan estos pacientes.

Factores primarios definidos que desencadenan las respuestas neuroendócrinas a las lesiones son la hipovolemia y el dolor, reflejándose como cambios del volumen circulante eficaz, estimulación de quimiorreceptores, desencadenamiento de dolor y emociones, alteraciones en los sustratos sanguíneos, cambios en la temperatura corporal y finalmente infección sobre el sitio lesionado.

La respuesta al estrés generado en pacientes con trauma se puede dividir de manera general en 2 fases de respuesta: aguda y crónica.

fase de respuesta aguda ocurre una respuesta inmediata al trauma, la cual se considera apropiada y adaptada, por medio de la intervención del sistema neuroendocrino.

-fase de respuesta crónica se desarrolla una respuesta endocrina a situaciones críticas prolongadas, denominándose maladaptadas y generándose un síndrome de desgaste sistémico.

ASPECTOS GENERALES: RESPUESTA INFLAMATORIA SISTÉMICA RELACIONADA CON LA LESIÓN

Una respuesta inflamatoria a la lesión o infección ocurre como consecuencia de la liberación local o sistémica de moléculas “relacionadas con los patógenos” o “relacionadas con la lesión”, las cuales utilizan vías de señalización similares para movilizar los recursos necesarios para el restablecimiento de la homeostasis. Las lesiones menores al hospedador ocasionan respuesta inflamatoria localizada que es transitoria y que en la mayor parte de los casos es beneficiosa. Sin embargo, las lesiones graves al hospedador pueden ocasionar reacciones amplificadas, que producen inflamación sistémica, daño a órganos distantes y falla orgánica múltiple hasta en 30% de los individuos con lesiones graves. Comprender las vías complejas que regulan la inflamación local y sistémica es un factor necesario para desarrollar tratamientos para la septicemia abrumadora o después de lesiones graves. El estado séptico, definido por la respuesta inflamatoria sistémica a la infección, es un proceso patológico con una incidencia de más de 900 000 casos por año. Además, los traumatismos son la principal causa de mortalidad y morbilidad para individuos menores de 45 años de edad.

La detección de la lesión es mediada por miembros de la familia de patrón molecular relacionado con la lesión. La lesión traumática activa el sistema inmunitario innato para producir una respuesta inflamatoria sistémica en un intento por limitar el daño y restablecer la homeostasis. Incluye dos respuestas generales:

a) una respuesta proinflamatoria aguda que es consecuencia del reconocimiento de ligandos por el sistema inmunitario innato y

b) una respuesta inflamatoria que sirve para modular la fase proinflamatoria y dirigir la respuesta al restablecimiento de la homeostasis.

El grado de respuesta inflamatoria sistémica después del traumatismo es proporcional a la gravedad de la lesión y es un factor pronóstico independiente de disfunción orgánica subsiguiente y la mortalidad resultante. Las características clínicas de la respuesta inflamatoria sistémica mediada por la lesión, que se caracteriza por incremento de la temperatura corporal, frecuencia cardiaca,frecuencia respiratoria y recuento de leucocitos, son similares a las observadas co n la infección

.

Se han dedicado esfuerzos significativos para establecer una causa microbiana de esta respuesta, pero hoy en día se acepta ampliamente que la inflamación sistémica después de traumatismos es estéril.

Aunque los mecanismos para la respuesta estéril no se han comprendido bien, es probable que sean consecuencia de moléculas endógenas que se producen como consecuencia del daño hístico o de la tensión fisiológica celular, como podría ocurrir en el caso del estado de choque hemorrágico y después de la reanimación cardiovascular. Esos efectores, denominados alarminas o patrones moleculares relacionados con la lesión (DAMP) junto con los patrones moleculares relacionados con patógenos (PAMP, pathogen-associated molecular patterns) interactúan con receptores celulares específicos que se ubican en la superficie celular y en el interior de la célula. Los mejores descritos de estos receptores son los que pertenecen a la familia de receptores tipo Toll.

Los DAMP por traumatismos son moléculas endógenas estructuralmente diversas con actividad inmunitaria.

Una vez fuera de la célula, los DAMP favorecen la activación de las células inmunitarias innatas, así como el reclutamiento y activación de las células presentadoras de antígeno, que participan en la defensa del hospedador. Los DAMP mejor identificados, con evidencia preclínica significativa de su liberación después de traumatismos y con vínculo directo con la respuesta inflamatoria sistémica es un grupo de proteínas B1 de alta movilidad (HMGB1, high-mobility group protein B1). También se presenta evidencia adicional para la participación de moléculas DAMP en la inflamación que ocurre después de lesiones, incluidas proteínas mitocondriales y DNA, así como moléculas de matriz extracelular.

Grupo de proteínas B1 de alta movilidad. Los DAMP mejor identificados en el contexto de respuesta inflamatoria relacionada con la lesión son las proteínas HMGB1, que se liberan con rapidez a la circulación en los 30 min siguientes al traumatismo. Estudios subsiguientes han demostrado que HMGB1 se secreta de manera activa por células inmunitarias estimuladas por PAMP (p. ej., endotoxinas) o por citocinas inflamatorias (p. ej., factor de necrosis tumoral e interleucina-1). Este proceso ocurre fuera de la vía secretora clásica a través de mecanismos que son independientes de retículo endoplásmico en el complejo de Golgi. Además, datos recientes indican que la liberación de HMGB1 puede ser regulada por el inflamasoma. Las células no inmunitarias sometidas a tensión fisiológica como las células endoteliales y las plaquetas también secretan HMGB1 en forma activa. Por último, puede ocurrir liberación pasiva de HMGB1 después de la muerte celular, ya sea que ésta haya sido programada o que haya ocurrido sin control (necrosis).

Una vez fuera de la célula, HMGB1 interactúa con sus posibles receptores ya sea solo o en combinación con moléculas de patógenos para activar la respuesta inmunitaria y de esta forma, actúa como citocina proinflamatoria. Se ha demostrado que HMGB1 produce señales a través de receptores tipo Toll (TLR2, TLR4, TLR9) a través del receptor para los productos terminales  de la glucosilación avanzada (RAGE), CD24 y otros. La activación de TLR ocurre principalmente en las células mieloides, mientras que RAGE parece ser el receptor objetivo en las células endoteliales y somáticas. Las diversas respuestas biológicas proinflamatorias que ocurren por la señalización de HMGB1 incluyen: a) la liberación de citocinas y quimiocinas de los macrófagos, monocitos y células dendríticas; b) activación y quimiotaxis de neutrófilos; c)alteraciones en la función de la barrera epitelial, incluido el incremento de la permeabilidad, y d) incremento de la actividad procoagulante en la superficie plaquetaria, entre otros. En particular, la unión de HMGB1 a TLR4 desencadena la liberación de citocinas proinflamatorias que median la “conducta de enfermedad”.

Las concentraciones de HMGB1 en seres humanos después de una lesión tienen correlación con la calificación de gravedad de las lesiones (Injury Severity Score), con activación del complemento y con incremento en los mediadores inflamatorios circulantes como TNF. Sin oposición, cantidades excesivas de HMGB1 tienen la capacidad de favorecer una respuesta inmunitaria innata que lesione al propio individuo.

Participación de los DAMP mitocondriales en la respuesta inflamatoria mediada por lesiones.

Las proteínas, el DNA mitocondrial o ambos pueden actuar como DAMP al desencadenar una respuesta inflamatoria a necrosis y tensión fisiológica celular. En específico, la liberación de DNA mitocondrial (mtDNA) y de formil péptidos provenientes de mitocondrias lesionadas o disfuncionales se han implicado en la activación del inflamasoma de los macrófagos, un complejo de señalización citosólico que responde a la tensión fisiológica celular. Estos datos sugieren que con la tensión fisiológica o lesión hística, se libera mtDNA y péptidos a partir de las mitocondrias lesionadas, con lo que contribuyen a la respuesta inflamatoria estéril. Desde una perspectiva evolutiva, dado que las mitocondrias eucariotas derivan de origen bacteriano, tiene sentido que conserven ciertas características bacterianas capaces de desencadenar una respuesta potente que típicamente se relaciona con la producida por un patógeno. Por ejemplo, el mtDNA es circular y contiene motivos de CpG hipometilados que simulan los CpG del DNA bacteriano. Por lo tanto, es capaz de producir péptidos formilados, los cuales inducen un fenotipo inflamatorio potente en neutrófilos al incrementar la quimiotaxis, el estallido oxidativo y la secreción de citocinas. Además, el factor de transcripción mitocondrial A (TFAM, mitochondrial transcription factor A), una proteína mitocondrial muy abundante, que tiene homología estructural y funcional con HMGB1. También se ha demostrado que se libera en grandes cantidades a partir de las células lesionadas, donde actúan en combinación con el mtDNA para activar la señalización TLR9.

REGULACIÓN DE LA INFLAMACIÓN POR EL SISTEMA NERVIOSO CENTRAL EN RESPUESTA A LA LESIÓN

El sistema nervioso central (SNC) se comunica con el cuerpo a través de un sistema de neuronas motoras y sensitivas ordenadas, las cuales reciben e integran la información para generar una respuesta coordinada. El SNC recibe información con respecto a la inflamación inducida por lesiones a través de mediadores solubles así como a través de proyecciones neurales directas que transmiten la información a áreas reguladoras en el encéfalo. ¿De qué forma el SNC percibe la inflamación? Las moléculas inflamatorias y DAMP transmiten señales estimuladoras al SNC a través de varias rutas.

Por ejemplo, las moléculas de señalización inflamatorias solubles de la periferia pueden alcanzar las neuronas y a las células gliales directamente a través del endotelio fenestrado de los órganos circunventriculares (CVO) o a través de fugas de la barrera. Además, los estímulos inflamatorios pueden interactuar con receptores ubicados en las células endoteliales para generar diversos mediadores proinflamatorios (citocinas, quimiocinas, moléculas de adhesión, proteínas del sistema del complemento y receptores inmunitarios) que tienen impacto directo en el parénquima encefálico. No es de sorprender que esta respu4444444444444esta será contrarrestada por una potente señalización antiinflamatoria, una parte de la cual proviene del eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenales (HPA) y de la liberación de glucocorticoides sistémicos. El estímulo inflamatorio en el SNC ocasiona cambios conductuales, como incremento del sueño, letargo, reducción del apetito y la característica más común de la infección, la fiebre. La información con respecto a la inflamación periférica y el daño hístico puede ser señalizado hacia el encéfalo a través de fibras nerviosas aferentes, en particular las que pertenecen al nervio vago. Estas fibras aferentes pueden interconectarse con neuronas que se proyectan al hipotálamo para modular al eje HPA. Además, los impulsos de los nervios vagales aferentes modulan a las células en el tronco del encéfalo, en el núcleo motor dorsal del vago, a partir del cual se originan los impulsos eferentes parasimpáticos preganglionares. Los axones de estas células, que comprenden el componente visceromotor del nervio del vago, forman un “reflejo inflamatorio” que retroalimenta de vuelta a la periferia para regular los eventos de señalización de inflamación. La primera línea de evidencia para apoyar esta idea es la observación de que el estímulo vagal reduce la producción de citocinas proinflamatorias en el bazo. Este efecto depende de las señales diferentes vagales y en parte, de las fibras nerviosas catecolaminérgicas esplénicas que se originan en el plexo celiaco y que terminan en un área del bazo que es rica en linfocitos T. Estas señales que se propagan a través de nervios adrenérgicos ocasionan un incremento mensurable en las concentraciones de acetilcolina (ACh) en el bazo. La fuente aparente de ACh son los linfocitos T que expresan colina-acetiltransferasa, los cuales comprenden 2 a 3% de los linfocitos T CD4+ en el bazo y que son capaces de producir ACh. Los datos también indican que el nervio vago puede regular la inflamación en los tejidos a los cuales inerva de forma directa.

Respuesta neuroendocrina a la lesión

Una lesión traumática ocasiona una señalización neuroendocrina compleja del encéfalo que sirve para incrementar la defensa inmunitaria y para movilizar con rapidez los sustratos necesarios para satisfacer las necesidades energéticas y estructurales esenciales. Las dos principales vías neuroendocrinas que orquestan la respuesta del hospedador son el eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal (HPA), que ocasiona la liberación de hormonas glucocorticoides, así como el sistema nervioso simpático que favorece la liberación de catecolaminas, adrenalina y noradrenalina.

Eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenales.

Uno de los principales mecanismos por los cuales el encéfalo responde a la tensión fisiológica relacionada con la lesión es a través de la activación del eje HPA. Después de la lesión, se secreta hormona liberadora de corticotropina (CRH) del núcleo paraventricular (PVN) del hipotálamo. Esta acción, es mediada en parte por la citocinas circulantes producidas como resultado de la respuesta inmunitaria innata a la lesión. Éstas incluyen TNF-α, IL-1β, IL-6, y el tipo I de los interferones (IFN-α/β). La citocinas que se producen como resultado de la respuesta inmunitaria adaptativa (IL-2 e IFN-γ) son capaces de incrementar la liberación de cortisol. El estímulo nervioso directo a través de fibras vagales aferentes que se interconectan con las neuronas y se proyectan al hipotálamo pueden desencadenar la liberación de CRH. La CRH actúa sobre la adenohipófisis para estimular la secreción de hormona adrenocorticotrópica (ACTH) hacia la circulación sistémica. Las citocinas que actúan en el hipotálamo también son capaces de estimular la liberación de ACTH de la hipófisis anterior, de forma que pueden ocurrir elevaciones notables en ACTH y cortisol, que son proporcionales en magnitud con la gravedad de la lesión. Además, dolor, ansiedad, vasopresina, angiotensina II, colecistocinina, péptido intestinal vasoactivo y catecolaminas son todos factores que contribuyen a la liberación de ACTH en el paciente lesionado. La ACTH actúa sobre la zona fascicular de la glándula suprarenal y favorece la secreción de glucocorticoides.

 El cortisol es el principal glucocorticoide en seres humanos y es esencial para la supervivencia durante la tensión fisiológica significativa. El incremento resultante en las concentraciones de cortisol después de traumatismos tiene varias acciones antiinflamatorias importantes. El cortisol desencadena muchas de sus acciones a través de un receptor citosólico (GR). Como es liposoluble, el cortisol puede difundir a través de la membrana plasmática para interactuar con su receptor, el cual es secuestrado en el citoplasma en un complejo con las proteínas de golpe de calor.

Después de la unión al ligando, el receptor de glucocorticoides se activa y puede utilizar varios mecanismos para modular la transcripción genética proinflamatoria y la señalización de eventos, con un “efecto antiinflamatorio neto”. Además, los glucocorticoides pueden afectar de manera negativa el acceso al factor de transcripción, NF-κB, a las regiones promotoras de los genes en que actúan a través de mecanismos que implican a la histona desacetilasa.  De esta forma, los glucocorticoides pueden inhibir un mecanismo importante por el cual la unión de TLR induce la expresión de genes proinflamatorios. El complejo GR también puede unirse a secuencias específicas de nucleótidos (conocidos como elementos de respuesta a los glucocorticoides) para favorecer la transcripción de los genes que tienen funciones antiinflamatorias. Éstos incluyen los antagonistas de los receptores IL-10 e IL-1. Además, la activación del complejo GR puede influir de manera indirecta la actividad  de TLR a través de interacciones con vías de señalización, como la proteína cinasa activada por mitógeno y el factor transformador de crecimiento activado por la cinasa 1 (TAK1). Por último, un reporte reciente demostró que el complejo GR puede actuar en el supresor de la señalización de citocinas 1 (SOCS1) y los IFN de tipo 1 para regular la activación de STAT1 inducida por TLR.

La insuficiencia suprarrenal representa un síndrome clínico que se caracteriza por la presencia de cantidades inadecuadas de cortisol y aldosterona circulantes. Clásicamente, la insuficiencia suprarrenal se describe en pacientes con atrofia de las glándulas suprarrenales causada por la administración exógena de esteroides y que sufren una tensión fisiológica; por ejemplo, una intervención quirúrgica. Más tarde, estos pacientes desarrollan signos y síntomas como taquicardia, hipotensión, debilidad, náusea, vómito y fiebre. La enfermedad crítica puede estar relacionada con insuficiencia suprarrenal relativa, de forma tal que la glándula suprarrenal no puede desencadenar una respuesta eficaz de cortisol para equipararla con el grado de lesión.

Hormona de crecimiento, factor de crecimiento similar a la insulina y grelina.

La hormona de crecimiento (GH) es una neurona expresada principalmente por la hipófisis que tiene efectos moduladores en el metabolismo y en la inmunomodulación. La GH favorece la síntesis de proteínas y la resistencia a la insulina, además de incrementar la movilización de reservas de grasa. La secreción de GH se incrementa por acción de la hormona liberadora de GH y su secreción disminuye por acción de la somatostatina. La GH ejerce principalmente sus efectos por medio de interacciones directas con el receptor de GH y a través del incremento de la síntesis hepática de factor de crecimiento similar a la insulina (IGF)-1, factor de crecimiento anabólico que se sabe mejora la tasa metabólica, la función de la mucosa intestinal y la pérdida de proteínas después de traumatismos. En el hígado, la IGF estimula la síntesis de proteínas y la gluconeogénesis; en el tejido adiposo, incrementa la captación de glucosa en la utilización de los lípidos; en el músculo estriado media la captación de glucosa y la síntesis de proteínas. Además de sus efectos en el metabolismo celular, la GH incrementa la actividad fagocítica de los inmunocitos a través del incremento de la producción de superóxido lisosómico. También incrementa la proliferación de poblaciones de linfocitos T.

La grelina es un ligando natural para el receptor secretagogo de GH 1a (GHS-R1a), el cual es un estimulante del apetito que es secretado por el estómago. El GHS-R1a se expresa en diversos tejidos en diferentes concentraciones, incluidas las células inmunitarias, linfocitos T y B y neutrófilos. La grelina parece favorecer la secreción de GH y participa en la homeostasis de la glucosa, metabolismo de los lípidos y función inmunitaria. Las concentraciones elevadas de grelina fueron factores pronósticos positivos de supervivencia en la unidad de cuidados intensivos en pacientes con septicemia.

Participación de las catecolaminas en la inflamación después de la lesión.

La activación del sistema nervioso simpático inducida por lesiones ocasiona la secreción de ACh de fibras simpáticas preganglionares que inervan la médula suprarrenal. La médula suprarrenal es un caso especial de inervación del sistema nervioso autónomo y se considera una neurona posganglionar modificada. Así, la señalización por ACh a las células cromafines residentes asegura que ocurra una liberación de adrenalina y noradrenalina hacia la circulación cuya proporción está estrechamente regulada por mecanismos centrales y periféricos. Las concentraciones circulantes de adrenalina y noradrenalina se elevan en tres a cuatro veces, en un efecto que persiste por un periodo prolongado. La liberación de adrenalina puede ser modulada por la regulación por transcripción de la fenil etanolamina N-metil transferasa (PNMT), la cual cataliza el último paso para la vía de la biosíntesis de catecolaminas, la metilación de noradrenalina para formar adrenalina. La transcripción de PNMT, un paso fundamental en la regulación de producción de adrenalina, se activa en respuesta a la tensión fisiológica e hipoxia de los tejidos por el factor inducible por la hipoxia 1α (HIF1A). La liberación de catecolaminas prepara casi de inmediato el cuerpo para la respuesta de “luchar o huir” que es un efecto bien descrito en los aparatos cardiovascular y pulmonar y en el metabolismo. Éstos incluyen incremento de la frecuencia cardiaca, de la contractilidad miocárdica, velocidad de conducción y presión arterial; distribución distribución del flujo sanguíneo hacia el músculo estriado, incremento del metabolismo celular en todo el organismo, movilización de la glucosa del hígado a través de glucogenólisis, gluconeogénesis, lipólisis y cetogénesis. La hiperglucemia resultante es consecuencia de la disminución de la liberación de insulina, sobre todo a través de la estimulación de los receptores pancreáticos adrenérgicos α. La hiperglucemia, contribuye a la respuesta proinflamatoria y a la disfunción mitocondrial adicional. El objetivo de esta respuesta bien organizada de catecolaminas es establecer y conservar la homeostasis de los aparatos y sistemas, incluido el sistema inmunitario innato. Las catecolaminas circulantes pueden influir de manera directa en la producción de citocinas inflamatorias. Los datos indican que las concentraciones basales de adrenalina condicionan la actividad y respuesta de las células que secretan citocinas, lo que puede explicar en gran medida la variabilidad interindividual en los perfiles de citocinas innatos observados después de lesiones. Se ha observado que la administración de adrenalina en goteo en dosis elevadas inhibe la producción de TNF-α in vivo e incrementa la producción de IL-10, una citocina antiinflamatoria. Así, las catecolaminas secretadas por la glándula suprarrenal, en específico la adrenalina, desempeñan una función en la regulación innata de citocinas proinflamatorias y en las respuestas adaptativas Th y puede actuar en combinación con el cortisol durante la respuesta de lesión para modular la actividad de la citocinas.

¿Cómo se explican estos efectos? Está bien establecido que diversas células inmunitarias humanas (p. ej., células mononucleares, macrófagos, granulocitos) expresan receptores adrenérgicos que pertenecen a la familia de receptores acoplados a proteína G  y que actúan a través de la activación de segundos mensajeros intracelulares, como el monofosfato cíclico de adenosina (cAMP) y la entrada de calcio al interior de la célula. Estos segundos mensajeros pueden regular diversas funciones celulares inmunitarias, incluida la liberación de citocinas inflamatorias y quimiocinas.

El sistema nervioso simpático también tiene propiedades inmunomoduladoras directas a través de su inervación de los tejidos linfoides que contienen células inmunitarias activadas y en reposo. Con la estimulación de estos nervios posganglionares, se libera noradrenalina donde puede interactuar con los receptores adrenérgicos β2 expresados por los linfocitos T CD4+ y linfocitos B, muchos de  los cuales también expresan receptores adrenérgicos α2. Además, en estas células se ha detectado expresión de catecolaminas endógenas, así como los mecanismos para la síntesis de catecolaminas.

RENINA-ANGIOTENSINA

En la circulación, la renina convierte su sustrato, que se produce en el hígado, en angiotensina I, que actúa principalmente como precursor de la angiotensina II. Además, la angiotensina I potencia la liberación de catecolaminas por la médula suprarrenal y redistribuye el flujo sanguíneo renal a la corteza, con disminución del correspondiente a la médula renal.

Las acciones de la angiotensina II se pueden clasificar de manera genérica según sus efectos en el estado hemodinámico, el equilibrio hidroelectrolítico, la regulación hormonal y el metabolismo

a) Vasoconstrictor potente con acciones hemodinámicasadicionales, como aumento de la frecuencia y contractilidad cardiacas y de la permeabilidad vascular.

b) Afecta la homeostasis hidroelectrolíticapor estimulación potente de la síntesis y secreción de aldosterona, aumento de la secreción de ADH y participación en la regulación de la sed.

c) Los efectos modulares neuroendocrinos abarcan potenciar la liberación medular suprarrenal de adrenalina y aumento del factor de liberación de corticotropina, así como la neurotransmisión del SNS.

d) Acciones metabólicasincluyen estimulación de la glucogenólisis y gluconeogénesis hepáticas.

Aldosterona. La aldosterona es un mineralocorticoide liberado en la zona glomerular de la corteza suprarrenal. Se une al receptor de mineralocorticoides (MR) de las células principales en los túbulos colectores del riñón, donde estimulan la expresión de los genes que participan en la reabsorción de sodio y excreción de potasio para regular el volumen extracelular y la presión arterial. Se ha demostrado que los MR tienen efectos en el metabolismo celular y la inmunidad. Por ejemplo, estudios recientes han demostrado la forma en que la aldosterona interfiere con la vía de señalización de la insulina y reduce la expresión de factores sensibilizantes a la insulina, adiponectina y receptor activado por el proliferador de peroxisomas-γ (PPAR-γ), lo que contribuye a la resistencia a la insulina. En el sistema inmunitario, la aldosterona inhibe la activación de NF-κB mediada por citocinas en neutrófilos, que también poseen MR funcionales.

Insulina. La hiperglucemia y la resistencia a la insulina son características de las lesiones y enfermedades críticas por los efectos catabólicos de los mediadores circulantes, incluidas las catecolaminas, cortisol, glucagón y hormona de crecimiento. El incremento en estos factores proglucémicos circulantes, en particular de la adrenalina, induce glucogenólisis, lipólisis e incremento de la producción de lactato independientemente del oxígeno disponible en un proceso que se conoce como “glucólisis aerobia”. Aunque hay un incremento en la producción de insulina al mismo tiempo, la tensión fisiológica grave con frecuencia se asocia con resistencia a la insulina, la cual conduce a disminución de la captación de glucosa en el hígado y en la periferia, lo que contribuye al estado de hiperglucemia aguda. La insulina es una hormona secretada por el páncreas, que media el estado anabólico general del hospedador a través de la glucogénesis y glucólisis, captación periférica de glucosa, lipogénesis y síntesis de proteínas. La resistencia sistémica a la insulina probablemente es consecuencia de señales proinflamatorias, que modulan la fosforilación de sustrato del receptor de insulina (IRS-1) para afectar su función. La hiperglucemia durante la enfermedad crítica es pronóstica de incremento de la mortalidad en pacientes graves con traumatismos críticos. Puede modular la respuesta inflamatoria por la alteración de la función leucocítica; y las reducciones resultantes en la fagocitosis, quimiotaxis, adhesión y estallido respiratorio se asocian con incremento en el riesgo de infección. Además, la administración de glucosa causa un incremento rápido en la activación de NF-κB y la producción de citocinas proinflamatorias. Se ha incrementado la aceptación del tratamiento con insulina para el control de la hiperglucemia y se ha demostrado que se asocia con disminución de la mortalidad y de las complicaciones infecciosas en poblaciones selectas de pacientes. Sin embargo, la tendencia hacia el control glucémico estricto en la unidad de cuidados intensivos no ha mostrado beneficios cuando se examinó en varias revisiones. Así, no se ha establecido cuál es la glucemia ideal en la que deben conservarse los pacientes con enfermedades graves, con el objetivo implícito de evitar la hipoglucemia.

Debemos al igual considerar siempre los primeros cambios presentados como una respuesta fisiológica con el objetivo de preservar la funcionalidad, al menos basal, del cuerpo humano, con el fin de mantener flujos adecuados en órganos vitales para al igual preservarlos, y observar cuidadosamente la evolución del paciente para intervenir lo más prontamente posible e impactar realmente sobre el curso evolutivo de la enfermedad. Es de suma importancia por lo tanto, conocer,la respuesta desencadenada por el organismo ante una agresión para abordar este tipo de pacientes de una manera multidisciplinaria y efectiva.

INFECCIÓN

Infección es la invasión de un anfitrión por un microorganismo patógeno, su multiplicación en los tejidos y la reacción del anfitrión a su presencia y a la de sus posibles toxinas. Las infecciones pueden deberse a bacterias, hongos, virus, protozoos o priones.​ Las infecciones pueden ser además locales o sistémicas.

Microorganismos infecciosos

Los microorganismos infecciosos son portadores de antígenos, proteínas capaces de desencadenar una respuesta inmunitaria. Los microorganismos patógenos pueden ser bacterias, hongos, protozoos o algas microscópicas.

Además de estos microorganismos, existe otro grupo de partículas acelulares que a menudo no se consideran seres vivos, pero que si son microscópicas y suelen presentar una alta patogenicidad. Se trata de los virus, los viriones y los priones. En general, son más conocidas las infecciones de las plantas y de los animales, aunque todos los organismos vivos pueden ser infectados.  Las bacterias también pueden ser infectadas por virus conocidos como bacteriófagos, aunque en estos casos se suele hablar con frecuencia de parasitismo.

Las enfermedades infecciosas suelen clasificarse por el tipo de microorganismo que las origina, por la vía de transmisión y por sus síntomas. Los viroides y los priones son partículas microscópicas que también tienen carácter patógeno.

Los priones proteínas con formas anómalas capaces de inducir deformaciones en las proteínas de los organismos, pueden causar enfermedades como la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob en los seres humanos o la encefalopatía espongiforme bovina o “mal de las vacas locas” en algunos animales .

fases de afectación

Se considera que se produce una epidemia cuando se dan numerosos casos de una misma enfermedad en una comunidad . Tiene lugar una pandemia cuando una enfermedad infecciosa tiene lugar en áreas geográficas muy extensas. Una enfermedad infecciosa es endémica cuando incide de forma constante y regular en una comunidad, aunque el número de casos no sea alto.

La epidemiología es el estudio de la distribución y los determinantes de estados o eventos (en particular de enfermedades) relacionados con la salud y la aplicación de esos estudios al control de enfermedades y otros problemas de salud. Hay diversos métodos para llevar a cabo investigaciones epidemiológicas: la vigilancia y los estudios descriptivos se pueden utilizar para analizar la distribución, y los estudios analíticos permiten analizar los factores determinantes.

fases de la infección

El ciclo lítico: el fago infecta a una bacteria, la secuestra para hacer un montón de fagos y luego mata a la célula al hacerla explotar (lisar).

El ciclo lisogénico: el fago infecta una bacteria e inserta su ADN en el cromosoma bacteriano, lo que permite que el ADN del fago (ahora llamado profago) sea copiado y transmitido junto con el propio ADN de la célula.

Barreras, respuesta inmunintaria y profilaxis

Barreras primarias: están constituidas por la piel, las mucosas y sus productos de secreción, y tienen acciones mecánicas, químicas y biológicas. La piel tiene varias capas de células que evitan la invasión microbiana y en el exterior capas de queratina refuerzan esa acción. La mucosa recubre orificios o conductos, como la boca (tubo digestivo), la zona genital, los ojos, las fosas nasales (conductos respiratorios) y cumple las mismas funciones que la piel. Ambas barreras secretan sustancias, como el sudor, el sebo, las lágrimas, distintos tipos de mucosidades, el jugo gástrico que contienen sustancias químicas que inhiben el crecimiento de las bacterias o la reproducción de los virus dentro de las células del cuerpo. También la flora normal de la piel, los intestinos y la vagina protegen de los microorganismos y virus.

Barreras secundarias: estos mecanismos entran en acción una vez que el agente infeccioso haya sobrepasado las barreras primarias y actúan reconociendo al invasor como un elemento extraño, eliminándolo antes de que se reproduzca en el interior del organismo. Los glóbulos blancos (neutrófilos y macrófagos) cuentan con receptores químicos que les permiten identificar a los invasores y los atacan y destruyen por fagocitosis (englobar o engullir).

Barreras terciarias: reconocimiento del agresor y respuesta química específica (elaboración de anticuerpos) para él. Está a cargo de los linfocitos B y T y las células dendríticas. Los anticuerpos se producirán cada vez que el organismo entre en contacto con el invasor y permitirá una respuesta a largo plazo.

Respuesta inespecifica

cuando se da la infección, en el organismo se desencadena una respuesta con el objetivo de combatirla. Las células con mayor responsabilidad en esta primera respuesta inmunitaria son los leucocitos, entre los que se encuentran los neutrófilos y los monocitosmaduros convertidos en macrofagos. Las células NK forman parte de esta respuesta mediante su efecto citotóxico. La principal función de los macrófagos es fagocitar a los microorganismos invasores para destruirlos y, además, presentar antígenos o fragmentos de estos a los linfocitos T (mediante el complejo principal de histocompatibilidad) para desencadenar una respuesta inmunitaria específica contra el antígeno en cuestión. El sistema del complemento, un grupo de proteínas plasmáticas, también desempeña un importante papel en esta fase, ya que se encarga de producir la lisis de los microorganismos patógenos y de unirse a su membrana para facilitar la unión a ellos de otras células inmunitarias. En esta fase de la infección tiene lugar la inflamación, que permite una mayor afluencia de leucocitos y una mayor permeabilidad de los tejidos a las células inmunitarias.

Resultado de imagen para respuesta inmunitaria inespecifica

Respuesta inmunitaria especifica

Es la respuesta que se desarrolla de forma específica ante un determinado tipo de microorganismo infeccioso. Los macrófagos que han fagocitado antígenos “presentan” estos antígenos o fragmentos de ellos a un tipo concreto de linfocito T, los linfocitos T colaboradores, que se encargan de reconocer el antígeno y de “ordenar” a los linfocitos B que produzcan anticuerpos (unas glucoproteínas también conocidas como inmunoglobulinas). Los anticuerpos facilitan la destrucción de los antígenos de forma directa (por precipitacióny aglutinación) y también de forma indirecta ayudando a otras células como los neutrófilos, los macrófagos, los eosinófilos, los linfocitos T citotóxicos o los linfocitos citolíticos naturales a identificarlos y destruirlos. Otra molécula implicada en la respuesta inmunitaria es el interferón. Los linfocitos T reguladores atenúan o detienen la respuesta inmunitaria cuando el microorganismo patógeno ha sido destruido.

INMUNIDAD NATURAL, ARTIFICIAL, ACTIVA O PASIVA

Se considera como inmunidad inducida artificialmente toda respuesta inmunitaria facilitada por un procedimiento médico o farmacéutico, en contraste con la inmunidad natural que tiene lugar sin necesidad de una intervención médica (aunque puede no ser innata, como la inmunidad del feto que le proporcionada el plasma materno a través de la placenta. Se considera inmunidad activa a toda aquella que requiere de la respuesta del sistema inmunitaria del individuo, un ejemplo de este tipo de inmunidad es la proporcionada por vacunas, que todavía requiere la producción de células inmunitarias y anticuerpos por parte del organismo. Se considera inmunidad pasiva a aquella que no requiere la puesta en marcha del sistema inmunitario del organismo.

Para el control de los microorganismos se utilizan a menudo mecanismos físicos, como el aumento de la temperatura, que no son aplicables en los seres vivos. Para ello se recurre a los agentes antimicrobianos químicos de uso externo, principalmente esterilizantes como el formaldehído, desinfectantes como la lejía o antisépticos como el agua oxigenada. Muchas de las enfermedades producidas por los microorganismos se tratan con quimioterapia, que presenta una toxicidad selectiva. Según su origen, se clasifican en antibióticos(de origen natural y efectivos principalmente contra bacterias aunque también contra algunos hongos), y en sustancias quimioterapéuticas sintéticas (como el AZT) útiles contra otros tipos de microorganismos infecciosos como los virus. Además del tratamiento, una vez producida la infección, las autoridades sanitarias hacen especial hincapié en la prevención para evitar que esta se produzca.